lo más triste es ver
cómo sacas tu mano
de mi lado del colchón.
cómo tus ojos
escriben con fuego
las preguntas que no supiste cantar.
el dolor es un cuchillo helado
un suspiro sin pulmón
sumergirse dentro de aquel agujero
donde hay temor.
no hay lectura en la balanza
siempre termino descalza
de rodillas al espejo
te pregunto qué hay más allá
de lo nuestro.
mi cuerpo está cansado
del olvido
del abrazo incompleto
el sonido a silencio y desierto.
es que nosotros
somos un hilo
largo confuso trasmutando
un hilo rojo que se contrae
y se expande
indestructible
incalculable.
y a pesar de todas esas roscas
esas vueltas
a pesar de los nudos
de los caminos
más bien largos
más bien pesados.
a pesar de todo
el hilo cada vez
se hace más corto
más cercano
se autoconsume
poco a poco
para llegar al destino
del deseo.
somos un hilo rojo
de fuego
de océano.
entre las nubes
nos dejamos mensajes
y escondemos besos
porque nada se hace lejano
todo se vuelve
intenso.
cómo la explosión
de la Luz
antes del trueno.
cómo tus ojos
despiertos
que conversan
con mi centro.
la luna nos abraza corazón
nos calma
nos llama
nos cuida.
el sol acompaña
cada recorrido elegido
cada vuelta
cada rosca
cada nudo
de un hilo
que vuelve a su destino.
el amor entre nosotros
es un puente
el deseo
nunca se pierde.
no te olvides de mí
marea de fuego
que mi barco está navegando
para llegar a tu encuentro.
no es hasta siempre, es hasta pronto.
Cuídame el corazón
hasta que vuelva a buscarlo.
